jueves, enero 26, 2006

Si yo votara…

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Diálogo

"Lo único peor a no tener vista es no tener visión."
Helen Keller

Resulta irónico que el alto gobierno insista en decir que la ley de Responsabilidad Social en Radio y televisión, tiene como objetivo principal la protección de de los niños y adolescentes, cuando vemos como muchos gobernantes incluyendo al presidente, hacen uso de niños (familiares o particulares) en función de promocionar su proyecto político; quizás por recomendaciones de sus asesores de imagen, ya que las encuestas indican que uno de los atributos que aspiran los ciudadanos de sus lideres, es que estén comprometidos con su familia. Mientras que en estos últimos 7 años, no se han desarrollado planes de atención a los niños y jóvenes, sencillamente porque no tienen edad para votar.

Es lamentable que se espere un año de elección presidencial, para implementar la Misión Negra Hipólita, sin embargo, públicamente pongo a disposición mi voluntad de colaboración con este u otro programa social que tenga la intención de apoyar a los niños o adultos en estado de indigencia; pero al mismo tiempo dejo constancia ante los lectores de estas humildes palabras, que vigilaré para que luego de las elección de diciembre (no importa quien gane la presidencia) se profundicen este tipo de políticas, puesto que hoy los niños venezolanos en situación de peligro se multiplican.

Según cifras del Foro Niños de la Calle, organizado por la Comisión de Familia, Mujer y Juventud de la Asamblea Nacional, publicado en la página Web:
www.diariolavoz.net, el 7 de junio de 2004, señala que: “En Venezuela, de los 3 millones 889 mil 373 niños entre 6 y 12 años, más de 120 mil por razones económicas no asiste a la primaria. Igual pasa con los adolescentes, de los 2 millones 612 mil 458 que oscilan entre 13 y 17 años, 533 mil 92 tampoco se está educando formalmente y entre ellos más de 91 mil no lo hacen por falta de recursos económicos y el 15%; es decir, 79 mil 956 menores no estudia porque están trabajando”.

En Anzoátegui la coordinación regional del programa de salud mental, ha señalado que durante el año 2.003 fueron atendidas en el estado 9.314 personas con desordenes conductuales, de los cuales el 45% fueron jóvenes y pequeños que decidieron desertar del sistema escolar, 476 casos de niños y adolescentes en situación de abandono y 744 casos de maltrato doméstico. Siendo esto un caldo de cultivo propicio para un sector vulnerable a ser captado por la industria de la delincuencia, como es el caso del narcotráfico, las mafias del robo de vehículos y el secuestro; más aun cuando poseemos aproximadamente un 40% de pobreza extrema y nos encontramos en los barrios con una juventud llena de frustraciones debido a la falta de oportunidades.

Si yo votara, de seguro el gobierno de turno me hubiese atendido y consentido, lástima que solo soy un niño.

Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net



domingo, enero 15, 2006

Nueva política, nuevos líderes.

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Diálogo

Ubicar con exactitud lo que desea y quiere la población es algo fundamental, pues creer que basta con que otras figuras asuman el rol de la oposición para que los venezolanos puedan reagruparse y construir una alternativa política, sin que exista un cambio en las actitudes mezquinas u oportunistas; significaría ir directamente al fracaso. Estudios de opinión, revelan que el 91% de los ciudadanos aspiran igualdad de oportunidades para su desarrollo socio-económico; el 53% se identifica con una posición neutral ante la polarización política entre el gobierno y la oposición; mientras que el 53% no aprueba la forma de gobernar del actual presidente y el 90% no simpatiza con la oposición existente hasta ahora.

Estos estudios han indicado que la población desea líderes honestos, con amor a la familia, patriotas “Que quiera a Venezuela”, humildes, sencillos y sensibles. Que trabajen en equipo, que atraigan personas de otros partidos, con capacidad de relacionarse con cualquiera, populares, luchadores sociales, demócratas y diligentes. En cuanto a sus habilidades y destrezas, los prefieren: Innovadores, con ideas frescas, que sepan gerenciar, que deleguen funciones y que sean motivadores.

Los perfiles que desean los venezolanos (de todas las tendencias), son personas con liderazgo y credibilidad: Que cumplan con lo que dicen y prometen, que transmitan confianza y seguridad, capaces de unir a la sociedad, cercanos al pueblo, motivadores, impulsadores sociales y valientes. Entre los defectos que no deben poseer, se destacan:

Maleducados, groseros, distantes con el pueblo, “Excluyentes Sociales”, egoístas, incapaces, orgullosos y violentos. Las buenas cualidades abundan en los barrios, las universidades, los gremios y en nuestra sociedad en general; pero muchos que han fracasado en su papel como lideres pretenden seguir secuestrando los espacios políticos, como si se tratara de un espacio exclusivo para ellos; de allí que debemos desplazarlos para que puedan surgir los cambios deseados.

Este vació de liderazgo político, ha motivado la aparición de nuevas fuerzas organizadas, que vienen articulándose de manera callada, sin una coordinación general hasta los momentos, pero con mucha claridad en lo que se quiere. Así como las leyes de la física establecen que los vacíos se llenan, en la evolución de la especie humana, ha quedado demostrado que este principio también opera. La ciudadanía viene creando sus propios mecanismos de autodefensa, ante un mundo político que no ha comprendido que su deber es responder a los intereses de la población y no de una particularidad. Este proceso no solo está desarrollándose entre los venezolanos desafectos al presidente, ya que los que siguen apoyándolo, consideran que no se han realizados los cambios esperados.; demostrándonos que Venezuela sigue cambiando y exige nuevas actitudes de sus dirigentes.

Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net



jueves, enero 05, 2006

Los retos 2006

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Diálogo


"Los funcionarios son como los libros de una biblioteca: los situados en los lugares más altos son los más inútiles."
Paúl Mason.

Las encuestas revelan que el 55% de los venezolanos están esperanzados que en el 2006 la situación económica mejorará; siendo esto un elemento a favor de los actuales gobernantes, puesto que los precios del petróleo siguen estando altos y nos encontramos en un año de elección presidencial, donde es de suponerse que el ejecutivo soltará dinero a la calle a través de las misiones, construcción de viviendas y el aceleramiento de algunos proyectos estancados por la burocracia estatal, o represados con la intención de ejecutarlos para la campaña electoral presidencial.

Indudablemente que la población se verá beneficiada de una u otra manera con la magnitud del gasto público, sin embargo, los gobernantes y sobre todo el presidente, debe entender que de no existir una política que garantice empleos estables, el circulante o el capital lanzado a la calle, pasará fugazmente por las manos de la población, ya que estaríamos ante una economía inorgánica, que no se sustenta en la productividad sino en el populismo y la coyuntura política.

Hay formas de ver las cosas; mientras que el Instituto Nacional de Estadísticas, resalta como un gran avance, que nuestras exportaciones no tradicionales aumentaron en el 2005 en un 3,50%; debemos indicar que la importación de bienes y servicios producidos en el exterior se incrementó en 47,60%, de los cuales el gobierno nacional importó 2.4 millardos de dólares, representando el 10,80% del total de las importaciones. Lo cierto, es que estas cifras nos indican que la producción nacional ha disminuido y que el desempleo sea incrementado en nuestro país.

Si ubicamos el concepto de imperialismo económico, nos percataremos que este se manifiesta en la relación de desigualdad económica a favor de una o pocas naciones, bien desde el punto de vista de tratados o en intercambio comercial; de allí que resulta contradictorio que se hable tanto sobre “el imperialismo”, mientras que aumentamos la dependencia en la importación, o se sigue incrementando la deuda externa, sin que se reactive el aparato productivo, siendo que el desempleo es un mal que trae consigo miseria,, hambre, conflictos familiares y emocionales que pueden desencadenar la degeneración de las personas.

Para enfrentar la inseguridad, el desempleo, la pobreza y el mal estado de las comunidades, no basta la asignación de grandes sumas de dinero; se trata de manejarse con efectividad en relación a metas y objetivos, para ello, el presidente, los diputados, los gobernadores y los alcaldes, deben dejar la habladera y pasar a integrar a todos los miembros de la sociedad en un plan real de desarrollo y no en la superficialidad que se han manejado los cambios realizados.

Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net