jueves, diciembre 22, 2005

Pensando en navidad

Diálogo 23-12-2006


Es triste saber que en comunidades como El Esfuerzo, El Viñedo, La Orquídea o Mayorquín, muchos son los niños que experimentan la frustración de no contar con un regalo este 24 de diciembre; pero lo indignante de esta dura realidad, lo representa el derroche de dinero que a diario realizan algunas instancias de poder (Alcaldías, Gobernaciones o Ministerios) en cosas que no son prioritarias, ya sea por incapacidad gerencial de algún funcionario publico o en algunos casos por culpa de la corrupción que sigue carcomiendo los cimientos del gobierno.

Bien lo dijo el insigne poeta Andrés Eloy Blanco: “Cuando se tiene un hijo, se tienen todos los hijos del mundo”; estas palabras son la mejor herencia que hemos recibido hoy, son las mismas que retumban en nuestras conciencias cuando imaginamos esos miles de rostros angelicales con muecas de tristeza o desconcierto, dado que su pobreza no les permite disfrutar a plenitud, la alegría de la navidad.

Los gobiernos de AD, COPEI, el chiripero de Rafael Caldera y ahora los del MVR, han convertido a los ciudadanos venezolanos, en un pueblo mendigo de su propia riqueza, cuando sus políticas sociales se limitan a medidas compensatorias, como la beca alimentaría o las becas otorgadas los integrantes de las misiones; siendo que su deber es el de generar fuentes de empleos estables; pero resulta que el presidente de Fedeindustria ha indicado que el 1986 teníamos 12 mil pequeñas y medianas industrias en el país, y ahora contamos con menos de 6 mil. ¿Qué pasó?

Los seres humanos contamos con la posibilidad de ser un factor para la transformación de realidades; por suerte, con todo los errores o deficiencias de los que han gobernado, Venezuela y particularmente nuestro estado, posee una serie de fortalezas económicas, naturales y humanas para garantizarles un futuro de bienestar a todos los ciudadanos; siendo está una de las razones para no desmayar en nuestra intención de lograr los cambios deseados.

Hace más de Dos mil años aquel hombre revolucionario llamado Jesús, levantó la voz por encima del murmullo para pronunciarse por la igualdad de los seres humanos; hoy en día tenemos la misión y posibilidad de lograrlo; hagamos de cada injusticia, una razón para fortalecer nuestro deseo de triunfo, porque el día para el cambio se aproxima.

También me toca pedir en mi carta al niño Jesús, algunas cositas de regalo: deseo que nuestros niños cuenten con padres responsables, amorosos y que tengan siempre comida en la mesa, que nuestras mujeres dejen de barrer las calles y obtengan empleos dignos, que los desempleados logren trabajar, que el odio de paso a la tolerancia y que los desamparados consigan abrigo y no lástima. Recordemos que hay futuro, hay esperanza.

Feliz navidad para gobierno y oposición, para ricos y pobres, para mujeres y hombres, para tristes y alegres, para todos los seres de buen corazón.

Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net

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