jueves, mayo 24, 2007

Toussaint y El General en su laberinto.

Para aquellos que de forma burlona acusaban de flojos, vagos y sin oficios a nuestros dignos diputados de La Asamblea Nacional, aquellos que pensaron que autorizar en un super reñido y fogoso debate la Ley Habilitante para el presidente de la república significaba que la monocromática y unicameral representación legislativa nacional quedaría cruzada de brazos y sin oficio; pues debo decirles que se equivocaron en sus predicciones y calumniaron a esos denodados y desinteresados luchadores sociales. Prueba de ello fue la reciente sesión de cámara en la cual aprobaron cuatro créditos adicionales por 448,6 millardos, usando los recursos provenientes de las utilidades del Banco Central de Venezuela, las primas por el Bono del Sur II.
Era interesante ver como al tomar aguerridamente la palabra cada diputado expresaba y justificaba la solicitud de aprobación del crédito adicional, les confieso que fue dantesco, nadie le paraba a nadie, bostezaban y charlaban de tópicos agradables (supongo) ya que desparramaban de la risa, como si en el país no existiesen problemas. Todo era armonía celestial y aunque no sabían que diablos proponían sus colegas diputados, igual levantaban la mano (la señal de costumbre) de manera automática, sin preguntar, sin debatir, sin argumentar. Prueba de ello fue la propuesta de aprobar un crédito adicional al Ministerio de la Cultura por un monto de 42,3 millardos que será ser destinado al cofinanciamiento de dos producciones fílmicas de carácter internacional. La primera, titulada: "Toussaint", producida y dirigida por Danny Glover, y la segunda, titulada: "El General en su laberinto", del escritor Gabriel García Márquez, la cual será producida y dirigida por Alberto Arvelo. A la primera se le destinarán 38,3 millardos de bolívares y a la segunda 3,9 millardos.
Nadie discute el apoyo que requiere la cultura en nuestro país y también sabemos que no solo de pan vive el hombre, que hay que alimentar el alma a través de las artes; pero es una grosería y una burrada disponer de esta suma multimillonaria para financiar dos películas, cuando el país se debate entre inseguridad, hambre y miseria. Mayor negocio para Danny Glover con esa boloña de real, que favor se le debe a este señor que actuó a favor del gobierno en la pasada campaña electoral. Lo cierto es que con ese dinero se podrían construir 846 viviendas de Bs. 50 millones cada una, o pagarle un salario mínimo de Bs. 615 mil a 69.000 vecinos desempleados, también se podría dar una canasta básica de alimentos de Bs. 491.000 (según el gobierno) a 86.000 familias hambrientas, financiar 1.410 taxis de Bs. 30 millones cada uno, también se colocarían 445 mil 263 toneladas de asfalto (Bs. 95.000 c/u) en las destruidas y olvidadas calles de nuestros barrios recordando que algunas aun son de tierra, o porque no reforzar la cultura construyendo un modulo cultural en 850 barrios del país. En fin, mucho se haría con esa plata, pero nuestros insignes diputados están demasiado ocupados en sus estupideces del proceso como para valorar las verdaderas prioridades de la nación y su gente.
Lic. Gilberto Román
Economista
Web: www.dialogo.ya.st

viernes, mayo 04, 2007

DEFENDAMOS LO QUE QUEDA

Diálogo 04-05-2007

“Era una persona que no tenía brazos, ni piernas y los vecinos hicieron una recolecta para comprarle una patineta. Este señor se desplazaba en ella utilizando la frente para empujarse y hasta para frenar. Pero un día se fue por una bajada tan inclinada que no encontró como frenarse; hasta que chocó con un borracho, quien dijo ¡Dios te va ha castigar, por arrollar a las personas! Y el mochito exclamó ¡caramba, me ira a quitar la patineta!”.

Esta jocosa historia, nos demuestra que en nuestro país existen muchas personas que han perdido casi todo, y así como a este señor le quedaba solo la patineta, a los venezolanos nos queda la esperanza de obtener la madurez social necesaria para alcanzar el entendimiento y la comprensión suficiente como para deslastrarnos de los odios que nos dividen y separan. Hace tiempo utilice esta anécdota en uno de mis primeros escritos; pero irónicamente desde ese momento las cosas siguen de mal en peor. Los ciudadanos queremos un país sin odios y conflictos; pero a la vez exigimos no ser gobernados por los que tuvieron la oportunidad de hacerlo y se burlaron de nuestra buena fe. Necesitamos nuevos líderes que no tengan responsabilidad en el desastre de estos últimos 25 años; que unan a los venezolanos; que tengan logros y posean preparación gerencial.

Así como el señor se aferró a su patineta, por ser lo único que le quedaba; debemos aferrarnos a nuestra esperanza y no desmayar en la búsqueda del encuentro entre los que fanáticamente están ubicados en los extremos sin percatarse del daño histórico que le hacen a la nación y a las generaciones futuras, caramba, es que acaso no tenemos esa capacidad de reflexionar. La solución no es un concurso de buscar al culpable, más bien sería la apuesta colectiva hacia un mañana en el que todos participemos y dibujemos ese futuro deseado y merecido.

De la misma forma como los vecinos se unieron para comprarle la patineta a esta persona impedida para caminar; debemos promover la unidad superior que no es otra cosa que el reencuentro de todos los venezolanos, que es distinta a la unidad entre las cúpulas de los partidos o de un partido único. Nuestro estado es un ejemplo de incompetencia y de peleas entre bandas por el poder y esto va con el oficialismo y la oposición, no se justifica nuestra pésima calidad de vida y de servicios públicos. Nuestros gobernantes llenos de miedos y bajas pasiones solo destinan sus fuerzas a lucrarse y a atropellar a sus rivales para así poder dominar y sobresalir. No se trata de imponer doctrinas políticas que condicionan tus derechos ciudadanos, se trata de demostrar y convencer en la práctica que todos ganamos con esa propuesta y que el sectarismo y la exclusión quedan a un lado, para integrarnos y así remar todos en un solo sentido, mientras eso sucede debemos defender los que nos queda, nuestra patineta, nuestra esperanza, no las podemos perder. Si algo heredamos de nuestros mentados héroes independentistas, como valor y coraje es momento de demostrarlo.


Lic. Gilberto Román
Economista
Web: dialogo.ya.st