Cachorro…tu madre.

Casi caía la noche y sentados en torno a un popular carrito de ventas de perros calientes, a la espera del suculento manjar popular, observe un grupo de jóvenes que mientras se les hacía agua la boca con los olores de la salchicha hervida, veían en la TV unas declaraciones en las que un alto funcionario gubernamental acusaba a los marchistas de aliados y cachorros del imperio, los chamos se quedaron en silencio, y en eso el funcionario volvió a repetir a viva voz “esos desestabilizadores y guarimberos son unos cachorros del imperio” hasta allí duró el silencio de los muchachos, para luego exclamar a coro “¡cachorro del imperio será tu madre! Que se cree este tipo, que yo no se por lo que peleo y lucho”, eso alborotó el ambiente y dejó en claro que eran estudiantes y ahora no solo tenían hambre, sino también rabia y decepción al no sentirse interpretados en su reclamo y para colmo ser considerados gafos, bobos, manipulados o infiltrados de la C.I.A.

Las cosas siguen corriendo aceleradamente y en el lapso de una semana entre marchas y protestas que denotan una inventiva inusual, estos estudiantes nuevamente son calificados (ahora por una diputada de la Asamblea Nacional) de “carne de cañón”; ¿Pero se percata esta diputada que los cañones y el monopolio de las armas las tiene el Estado Venezolano y eso significaría justificar la represión a las protestas y negar el legitimo derecho al reclamo popular del soberano en las calles? Es decir que si son victimas de sus cañones el victimario es el gobierno actual.

Los eventos toman un nuevo giro y el gobierno cambia de estrategia al suavizar las represiones y autorizar a sus representantes en los poderes públicos a recibir, dialogar y conversar con los estudiantes. El ánimo de los educandos parece palidecer y luego de repente reaparecen con nuevos bríos, el gobierno debe escoger entre reprimir por la fuerza y poner fin a las protestas o jugar al cansancio y desgaste de los muchachos. Es una prueba de fuerza y convicción, están convencidos que es el examen más difícil que todos deben presentar y en el cual no se pueden conformar con aprobarlo con la mínima nota, sino que deben eximirlo. Estos jóvenes tienen un talento innato, tienen olfato y son cautos, saben lo importante del rol que desempeñan y la esperanza que representan para el país, definitivamente no son pendejos y jamás se dejaran contaminar por muchos políticos fracasados y bate quebrados que desean galopar sobre sus limpios hombros, también son nacionalistas y repudian cualquier intervención extranjera y eso incluye a Estados Unidos, Nicaragua y Cuba. Los chamos están claros y si este gobierno se los gana con amor y concediéndoles sus peticiones en torno a la libertad de expresión y la autonomía universitaria, seguro estoy que también serán sus aliados en causas comunes y de interés nacional. Tal vez no lo crean pero los perros calientes (los asquerositos) estaban sabrosos y estando allí aprendí mucho.

Lic. Gilberto Román

Economista

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