Diálogo 14-10-2005
"Prefiero morir de pie, a vivir arrodillado." Ernesto Che Guevara.
Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos, decía el cantautor Alí primera, para exaltar el valor, sacrificio y arrojo de quienes lo arriesgaron todo por sus ideales. Algunos dirigentes identificados con la izquierda, me han señalado que una de las cosas que se debe reivindicar de la lucha de los años sesenta, es que entonces existía una vocación de poder y no de riqueza por parte de los partidos de izquierda. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que surgió de una división de AD al comienzo de esa década, el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) constituido el 10-12-1967, la Unión Republicana Democrática (URD) o el propio Partido Comunista (PC); eran organizaciones que sustentaban sus posiciones en torno a teorías y proyectos.
El caso del MIR y el MEP, es digno de resaltar que surgieron de un partido que se encontraba en el poder (AD), lo que viene a demostrar que no prevaleció en ellos el interés personal a la hora de enarbolar sus tesis políticas. No defendieron una posición del gobierno que ellos lograron instalar luego de derrocar la dictadura de Pérez Jiménez, por la sencilla conveniencia personal o partidista.
A pesar que URD formó parte del tren ejecutivo del gobierno de Rómulo Betancourt, junto a otros dirigentes de COPEI y AD desde el 13-02-1959; el hombre que encabezó la Junta Patriótica (Fabricio Ojeda) para derrocar al tirano, terminó asesinado por los cuerpos militares bajo el mandato de sus antiguos aliados en la conspiración contra la dictadura; por el hecho de disentir de algunas cosas del nuevo régimen.
Esta es una de las diferencias entre muchos de los dirigentes que hoy se llaman “revolucionarios” y aquellos recordados líderes que hicieron historia por las posiciones que asumieron en función de cristalizar sus ideales. Al propio Ernesto “Che” Guevara, debemos reconocerle ante la historia que tuvo la valentía de enfrentar en Ginebra (1964) la posición de la Unión Soviética, cuando a través de las ayudas a países afines política e ideológicamente, se establecía según él, relaciones de tipo imperialistas.
En Venezuela existe una larga la lista de hombres y mujeres que han dejado todo (hasta sus vidas) en función de una revolución; alguien podrá señalar al “Che” de aventurero, pero jamás fue señalado de utilizar los recursos del Estado para enriquecerse, como hoy lo hacen muchos en nuestro país. Estoy seguro que Alí Primera, Américo Silva, Argimiro Gabaldon, Jorge Rodríguez (padre), Simón Sáez Mérida, Fernando Soto Rojas o los jóvenes masacrados en Cantaura y en Yumare; sentirían pena al ver el desastre y la corrupción que en nombre de la revolución se observa en nuestro país.
Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net
"Prefiero morir de pie, a vivir arrodillado." Ernesto Che Guevara.
Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos, decía el cantautor Alí primera, para exaltar el valor, sacrificio y arrojo de quienes lo arriesgaron todo por sus ideales. Algunos dirigentes identificados con la izquierda, me han señalado que una de las cosas que se debe reivindicar de la lucha de los años sesenta, es que entonces existía una vocación de poder y no de riqueza por parte de los partidos de izquierda. El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que surgió de una división de AD al comienzo de esa década, el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) constituido el 10-12-1967, la Unión Republicana Democrática (URD) o el propio Partido Comunista (PC); eran organizaciones que sustentaban sus posiciones en torno a teorías y proyectos.
El caso del MIR y el MEP, es digno de resaltar que surgieron de un partido que se encontraba en el poder (AD), lo que viene a demostrar que no prevaleció en ellos el interés personal a la hora de enarbolar sus tesis políticas. No defendieron una posición del gobierno que ellos lograron instalar luego de derrocar la dictadura de Pérez Jiménez, por la sencilla conveniencia personal o partidista.
A pesar que URD formó parte del tren ejecutivo del gobierno de Rómulo Betancourt, junto a otros dirigentes de COPEI y AD desde el 13-02-1959; el hombre que encabezó la Junta Patriótica (Fabricio Ojeda) para derrocar al tirano, terminó asesinado por los cuerpos militares bajo el mandato de sus antiguos aliados en la conspiración contra la dictadura; por el hecho de disentir de algunas cosas del nuevo régimen.
Esta es una de las diferencias entre muchos de los dirigentes que hoy se llaman “revolucionarios” y aquellos recordados líderes que hicieron historia por las posiciones que asumieron en función de cristalizar sus ideales. Al propio Ernesto “Che” Guevara, debemos reconocerle ante la historia que tuvo la valentía de enfrentar en Ginebra (1964) la posición de la Unión Soviética, cuando a través de las ayudas a países afines política e ideológicamente, se establecía según él, relaciones de tipo imperialistas.
En Venezuela existe una larga la lista de hombres y mujeres que han dejado todo (hasta sus vidas) en función de una revolución; alguien podrá señalar al “Che” de aventurero, pero jamás fue señalado de utilizar los recursos del Estado para enriquecerse, como hoy lo hacen muchos en nuestro país. Estoy seguro que Alí Primera, Américo Silva, Argimiro Gabaldon, Jorge Rodríguez (padre), Simón Sáez Mérida, Fernando Soto Rojas o los jóvenes masacrados en Cantaura y en Yumare; sentirían pena al ver el desastre y la corrupción que en nombre de la revolución se observa en nuestro país.
Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario