Diálogo 21-10-2005
"Incurrir en el pecado del silencio cuando se debiera protestar, hace cómplices y cobardes a los hombres." Chou en Lai.
En el proceso social y político sucedido en Francia entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron el derrocamiento de Luis XVI, la abolición de la monarquía en Francia y la proclamación de la I República, con lo que se pudo poner fin al Antiguo Régimen en este país. La Revolución francesa no tenía únicamente por objeto cambiar un gobierno antiguo, sino abolir la forma antigua de la sociedad, por que "tuvo que combatir a las vez todos los poderes establecidos, destruir todas las influencias reconocidas, borrar las tradiciones, renovar las costumbres y vaciar en cierto modo el espíritu humano de todas las ideas en las que hasta entonces se habían basado el respeto y la obediencia". Se trataba, pues, de hacer un "nuevo hombre", una "nueva sociedad". Proceso que se desarrollo a través de la ejecución en la Guillotina de los detractores del mismo.
Para muchos, este es el proceso que ha comenzado a desarrollarse en Venezuela, cuando la intolerancia a las ideas diferentes al gobierno, terminan siendo objeto de persecución; pero con la particularidad que se enfrenta a los sectores productivos del campo y la cuidad, mientras que siguen hipotecando la nación con el capital transnacional y supeditando nuestro consumo a la importación, como un factor implícito en la política neoliberal. Al igual que en el 1968, mas del 70% de la inversión extranjera se concentra en el área de la extracción del petróleo (y ahora el gas) y no en la industrialización del país para acabar con la deformación heredada de la cuarta republica de nuestro aparato productivo, que nos condenó al subdesarrollo.
En Venezuela se habla de revolución y de enfrentamiento a “los contrarrevolucionarios al servicio del imperialismo”, sin embargo de cada 159 litros de petróleo (un barril) que salen del país; las transnacionales siguen extrayendo muchísimos derivados de alta comercialización en el planeta y de manera particular en nuestra nación. Esto me hace preguntar ¿Dónde esta el nacionalismo que tanto alardean? o ¿De que revolución se habla, cuando se excluyen a los productores nacionales?
Todo esto me hace pensar que la revolución socialista o los conflictos con productores nacionales, tratan de ocultar la verdadera esencia del gobierno que no es otra que el neoliberalismo salvaje denunciado por Juan Pablo II, que se disfraza con medidas compensatorias como las misiones, mientras que se endeuda el país. El 53% del presupuesto del 2.006 se sustentara en impuestos a los ciudadanos. Ante el fracaso de satisfacer las demandas de los vecinos, crean escenarios de distracción, sin embargo las protestas crecientes evidencian que esto puede cambiar, por ello es que hay que debelar las verdaderas intenciones del gobierno para que exista una recomposición de las fuerzas sociales.
Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net
"Incurrir en el pecado del silencio cuando se debiera protestar, hace cómplices y cobardes a los hombres." Chou en Lai.
En el proceso social y político sucedido en Francia entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias fueron el derrocamiento de Luis XVI, la abolición de la monarquía en Francia y la proclamación de la I República, con lo que se pudo poner fin al Antiguo Régimen en este país. La Revolución francesa no tenía únicamente por objeto cambiar un gobierno antiguo, sino abolir la forma antigua de la sociedad, por que "tuvo que combatir a las vez todos los poderes establecidos, destruir todas las influencias reconocidas, borrar las tradiciones, renovar las costumbres y vaciar en cierto modo el espíritu humano de todas las ideas en las que hasta entonces se habían basado el respeto y la obediencia". Se trataba, pues, de hacer un "nuevo hombre", una "nueva sociedad". Proceso que se desarrollo a través de la ejecución en la Guillotina de los detractores del mismo.
Para muchos, este es el proceso que ha comenzado a desarrollarse en Venezuela, cuando la intolerancia a las ideas diferentes al gobierno, terminan siendo objeto de persecución; pero con la particularidad que se enfrenta a los sectores productivos del campo y la cuidad, mientras que siguen hipotecando la nación con el capital transnacional y supeditando nuestro consumo a la importación, como un factor implícito en la política neoliberal. Al igual que en el 1968, mas del 70% de la inversión extranjera se concentra en el área de la extracción del petróleo (y ahora el gas) y no en la industrialización del país para acabar con la deformación heredada de la cuarta republica de nuestro aparato productivo, que nos condenó al subdesarrollo.
En Venezuela se habla de revolución y de enfrentamiento a “los contrarrevolucionarios al servicio del imperialismo”, sin embargo de cada 159 litros de petróleo (un barril) que salen del país; las transnacionales siguen extrayendo muchísimos derivados de alta comercialización en el planeta y de manera particular en nuestra nación. Esto me hace preguntar ¿Dónde esta el nacionalismo que tanto alardean? o ¿De que revolución se habla, cuando se excluyen a los productores nacionales?
Todo esto me hace pensar que la revolución socialista o los conflictos con productores nacionales, tratan de ocultar la verdadera esencia del gobierno que no es otra que el neoliberalismo salvaje denunciado por Juan Pablo II, que se disfraza con medidas compensatorias como las misiones, mientras que se endeuda el país. El 53% del presupuesto del 2.006 se sustentara en impuestos a los ciudadanos. Ante el fracaso de satisfacer las demandas de los vecinos, crean escenarios de distracción, sin embargo las protestas crecientes evidencian que esto puede cambiar, por ello es que hay que debelar las verdaderas intenciones del gobierno para que exista una recomposición de las fuerzas sociales.
Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net
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