Diálogo 28-10-2005
“La ingratitud es el crimen más grande que pueden los hombres atreverse a cometer” Simón Bolívar.
Con estas palabras El Libertador quizás buscaba reflejar la gran tristeza de morir fuera de las fronteras de Venezuela, aquel 17 de diciembre de 1830. La verticalidad en sus principios hizo que fuera temido por sus detractores hasta después de muerto, al punto que sus restos mortales fueron trasladados a Caracas 112 años después de su fallecimiento.
Irónicamente hoy nuestro país lleva por nombre, República Bolivariana de Venezuela y en el caso de Anzoátegui, su municipio capital también tiene el nombre de nuestro libertador. Esto debería ser una de las razones para que los gobernantes tomen a la ciudad de Barcelona y sus 4 parroquias foráneas como ensayo y orgullo al convertirlas en modelo para el resto del país. La gobernación y demás poderes del estado están ubicados en el Municipio Simón Bolívar, contamos con un aeropuerto internacional, zonas con vocación agropecuaria, poseemos una extensión territorial superior a la isla de Margarita y una serie de fortalezas que no explican el mal estado de la ciudad y la pésima calidad de vida de sus habitantes.
Un vecino, se acercó para decirme:”Yo soy bolivariano y estoy con el presidente, pero me echo esa broma de hacerme votar por alguien por el solo hecho de decir que esta con el proceso”; luego indicó su descontento por las calles rotas, la delincuencia y la falta de coordinación de la acción municipal con las comunidades. Esto me hizo recordar lo dicho por un amigo: “los estudiantes aprenden leyendo, pero los trabajadores y el pueblo lo hacen bregando”.
Independientemente de las razones políticas que puedan tener el gobernador o el alcalde de Barcelona de pelearse constantemente, creo que los gobernantes deben ser personas con alta capacidad de conciliación. Los ciudadanos (oficialistas o no) esperan resultados, no excusas que buscan ocultar la incapacidad para gobernar o la ingratitud con los que le dieron el voto.
Según la nueva Ley Orgánica del Poder Publico Municipal, el alcalde y los concejales deben guiarse por un plan de desarrollo municipal, el cual debe ser el resultado de una amplia consulta con las comunidades y los distintos sectores que hacen vida en el municipio (CLPP). De existir una visión para el desarrollo, la relación con la gobernación u otros entes no se dará sobre las bases del capricho de algunos de los factores involucrados.
Tenía razón Alí Primera cuando en sus versos decía que “los que visitan los restos del Libertador en el Panteón es solo para asegurarse que está bien muerto”.
Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net
“La ingratitud es el crimen más grande que pueden los hombres atreverse a cometer” Simón Bolívar.
Con estas palabras El Libertador quizás buscaba reflejar la gran tristeza de morir fuera de las fronteras de Venezuela, aquel 17 de diciembre de 1830. La verticalidad en sus principios hizo que fuera temido por sus detractores hasta después de muerto, al punto que sus restos mortales fueron trasladados a Caracas 112 años después de su fallecimiento.
Irónicamente hoy nuestro país lleva por nombre, República Bolivariana de Venezuela y en el caso de Anzoátegui, su municipio capital también tiene el nombre de nuestro libertador. Esto debería ser una de las razones para que los gobernantes tomen a la ciudad de Barcelona y sus 4 parroquias foráneas como ensayo y orgullo al convertirlas en modelo para el resto del país. La gobernación y demás poderes del estado están ubicados en el Municipio Simón Bolívar, contamos con un aeropuerto internacional, zonas con vocación agropecuaria, poseemos una extensión territorial superior a la isla de Margarita y una serie de fortalezas que no explican el mal estado de la ciudad y la pésima calidad de vida de sus habitantes.
Un vecino, se acercó para decirme:”Yo soy bolivariano y estoy con el presidente, pero me echo esa broma de hacerme votar por alguien por el solo hecho de decir que esta con el proceso”; luego indicó su descontento por las calles rotas, la delincuencia y la falta de coordinación de la acción municipal con las comunidades. Esto me hizo recordar lo dicho por un amigo: “los estudiantes aprenden leyendo, pero los trabajadores y el pueblo lo hacen bregando”.
Independientemente de las razones políticas que puedan tener el gobernador o el alcalde de Barcelona de pelearse constantemente, creo que los gobernantes deben ser personas con alta capacidad de conciliación. Los ciudadanos (oficialistas o no) esperan resultados, no excusas que buscan ocultar la incapacidad para gobernar o la ingratitud con los que le dieron el voto.
Según la nueva Ley Orgánica del Poder Publico Municipal, el alcalde y los concejales deben guiarse por un plan de desarrollo municipal, el cual debe ser el resultado de una amplia consulta con las comunidades y los distintos sectores que hacen vida en el municipio (CLPP). De existir una visión para el desarrollo, la relación con la gobernación u otros entes no se dará sobre las bases del capricho de algunos de los factores involucrados.
Tenía razón Alí Primera cuando en sus versos decía que “los que visitan los restos del Libertador en el Panteón es solo para asegurarse que está bien muerto”.
Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail: groman@cantv.net
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