jueves, mayo 11, 2006

El pueblo vive.


"Nadie incurre en delito empujado por el destino." Lucio Anneo Séneca.

Luego de la aplastante derrota de Simón Bolívar y Mariño por parte de José Tomas Boves en julio de 1814, los patriotas tuvieron que abandonar Caracas; gran parte de la población de esta histórica ciudad, tuvo que retirarse hacia oriente (se estiman unas 20.000 personas, custodiadas por 1.200 soldados). Pero esta terrible situación, sirvió para que el libertador entendiera que su lucha, era percibida por los sectores populares de la época (los Pardos), como una causa elitesca, a favor de los blancos criollos; ya que el gigantesco ejercito de Boves, estaba conformado por los pardos, bajo la consigna: ¡Solo el pueblo, salva al pueblo!

Uno de los grandes méritos históricos de Bolívar, fue su capacidad para unir a la lucha por la independencia, a los blancos criollos, los pardos, los negros esclavos y los indios. Hoy en día, los dirigentes políticos, deberían asimilar esta lección histórica; no perdiendo de vista la generalidad de las luchas que se escenifican en el país, además de analizar las razones que las motivan. Hay dirigentes que dicen que Venezuela esta desmovilizada, puesto que no valoran la magnitud de la conflictividad social presente en el país; donde a diario se realizan marchas, trancas o tomas; por la inseguridad, el hambre, el desempleo o los servios públicos.

En una nación, donde existe el control total de los poderes y gran parte de las gobernaciones o alcaldías, están en manos de un factor político; indudablemente que las protestas, son una respuesta de la población a sus malas políticas. Independientemente que en ellas, no se diga ¡Fuera Chávez!, ¡Sí al voto manual! O viva tal o cual candidato; no deja de significar un gran malestar popular; ya que nadie define propuestas o planes políticos. Son estos detalles, los que hacen que parte de la población, vea la lucha en contra del ejecutivo nacional, como acciones que buscan la satisfacción de unos intereses particulares; tal como era visto en el momento de José Tomas Boves.

Por otro lado, las elecciones lejos de representar una válvula de escape a la presión o malestar social; encontramos a una nueva junta directiva del CNE que no inspira confianza para unos comicios transparentes. A la vez que el alto gobierno, ha diseñado una serie de acciones para aumentar el desánimo de la población contraria a su forma de gobernar, y así aumentar la abstención, como única vía de ganar, aun teniendo la minoría.

El panorama es complejo, pero es la realidad que tenemos; entre el gobierno y parte de la oposición hacen esfuerzos por consolidar la abstención y la desmovilización, de allí que cobra fuerza la necesidad de reforzar los liderazgos locales, para acompañar al pueblo en sus luchas, y así construir la nueva mayoría que exige el momento histórico. De otra manera, reinará la anarquía o la quiebra de la voluntad de lucha de la población.

Lic. Gilberto Román
Economista
Web: www.dialogo.ya.st

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