viernes, septiembre 30, 2005

Lo mejor del mundo

Diálogo 30-09-2005




“Eran nueve casos graves de ingreso en un hospital psiquiátrico. Casos que tenían que ver con depresiones profundas, tan profundas que llevaban a las víctimas a intentos de suicidio.

Quizás esto no hubiera causado tanta alarma de no haber en esos casos algo muy inquietante. Estos nueve casos eran de niños, todos ellos menores de seis años de edad. El mismo personal de este hospital psiquiátrico consideraba increíble que niños de esa edad sufrieran cargas emocionales tan insoportables para ellos, que no querían seguir viviendo. ¿Qué angustias pudiera tener un niño de seis años de edad? ¿La causa? Profundos problemas familiares”.

Indudablemente que la niñez es lo mejor en la vida de los seres humanos, por la inocencia de sus pensamientos y los sentimientos que pueden generar en los demás; sin embargo resulta triste ver como la falta de atención y amor hacia muchos de ellos, trae consigo ciudadanos con un gran resentimiento social. Situación que se observa en diversos estratos de nuestra sociedad, por algunos padres (pobres y ricos) que no se han preparado para desempeñar este rol y otros que se dejan absorber por sus ocupaciones, siendo incapaces de atender las inquietudes e interrogantes de sus hijos; permitiendo que otros llenen este vació, en muchos casos, con orientaciones no apropiadas.

Las estadísticas de los dos hospitales mas importantes del estado (el Razetti y el del Tigre) nos indican que el 10% de los partos atendidos son niñas entre 10 y 16 años, situación que podemos atribuirle entre otros factores a la falta de orientación sobre la sexualidad. En el campo de la inseguridad personal, nos encontramos que los principales protagonistas de los hechos delictivos, son menores de 18 años y en el caso de la indigencia también la mayoría son niños. Todo esto nos pone en evidencia la carencia de planes efectivos por parte del Estado, en la educación familiar y el rescate de valores perdidos. Los colegios presentan la infraestructura y el escenario de interacción con los padres, para desarrollar un ambicioso plan de educación y prevención; además de aplicar los programas sociales desligados de intenciones electoreras o demagógicas, puesto que están dirigidos en su mayoría solo a la población votante.

Lamentablemente, el gobierno y la oposición siguen empecinados en la confrontación total, siendo que hay temas como la atención a la niñez y a la adolescencia, donde deberían existir acuerdos y entendimientos para aplicar planes de rescate de los niños de la calle, evitar que la juventud sea presa fácil de delincuencia organizada (las drogas, explotación laboral y prostitución infantil) y que los planes sociales lleguen a todos los hogares pobres, sean afectos o no al gobierno. No hay que subestimar a nuestros niños, ellos sienten, padecen y juzgan.


Lic. Gilberto Román
Economista
E-mail:
groman@cantv.net

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