sábado, junio 03, 2006

Entre manifestaciones y paros.


En tiempos anteriores, un año de elección presidencial era una etapa de poca conflictividad social, puesto que existía la esperanza que el sustituto de la silla de Miraflores, haría cambiar la situación. Pero luego del estallido político-social del 27 de febrero de 1989, esta situación varió, de allí que el Tribunal Supremo de Justicia, tuvo que sacar a Carlos Andrés Pérez del juego político, porque de lo contrario estábamos ante un nuevo levantamiento cívico-militar. El final del gobierno de Rafael Caldera, también estuvo caracterizado por una gran inestabilidad; hasta que llego Hugo Chávez y sus 7 elecciones consecutivas que culminó con los comicios del año 2000.

Fue después de las siete elecciones promovidas por el presidente Chávez, que se puso de moda nuevamente las movilizaciones, huelgas y paros; hechos que derivaron en las multitudinarias marchas que precedieron los sucesos del 11 de abril de 2002. Hasta el referendo del 2004, el país estuvo signado por las marchas y contramarchas, pero luego del dudoso resultado del referendo, vino un proceso de reflujo de las acciones de calle, caracterizadas por la exigencia de un cambio de gobierno; sin embargo, estos cinco meses del 2006 han estado acompañados de innumerables protestas de los trabajadores y sectores populares, en reclama de sus reivindicaciones.

La inseguridad, el desempleo, la falta de viviendas o el mal estado de los servicios públicos, están movilizando a las bases de la sociedad, independientemente de su preferencia partidista; siendo los ciudadanos con franelas rojas, los mas destacados en las distintas protestas. En Anzoátegui, este cuadro se ve agravado, por el conflicto entre el gobernador y varios alcaldes, lo cual tiene indignados a las propias bases del oficialismo, puesto que estas peleas, afectan la capacidad de respuesta de los entes gubernamentales.

La población esta cansada de gobernantes con poca capacidad gerencial, los descarados hechos de corrupción y el despilfarro de astronómicas sumas de dinero en cosas que no son prioritarias para los ciudadanos, y ahora para colmo, con peleadores de oficio en la presidencia, en gobernaciones y alcaldías. Pero lo que mas indigna a los vecinos, es que la respuesta gubernamental sea, que dichas protestas forman parte de un plan desestabilizador de la CIA y de Bush.

Señores del gobierno: recuerden que las cúpulas del pasado, fueron echadas del poder, por las mismas razones que hoy en día, están generando manifestaciones y paros.

Lic. Gilberto Román
Economista
Web: dialogo.ya.st

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