A pesar que la providencia nos ha dotado de una serie de fortalezas como nación, nuestra principal debilidad sigue siendo la escasa y mediocre visión de los gobernantes; los más corruptos nos han hablado de honradez, lo más inmorales nos han hablado de moralidad y los más entreguistas de los intereses del país, dedican sendos discursos al nacionalismo. A esto debemos sumarle la falta de voluntad política para integrar a la totalidad del país en torno a un proyecto de desarrollo.
La deformación heredada de nuestro aparato productivo (economía de puertos), nos ha colocado entre una de las naciones mas importantes del planeta en la producción de materia prima y energética (petróleo y gas); sin embargo, somos altamente dependientes de la importación de productos agrícolas, tecnología, maquinarias y de bienes manufacturados. Lamentablemente, los actuales gobernantes hacen creer que la revolución que necesitaba Venezuela, se alcanza con el solo hecho que factores diferentes al bipartidismo de la cuarta estén ahora en el poder, siendo que aplican las mismas políticas que han motivado la vergonzosa dependencia de la republica.
A 7 años de este gobierno, con el control de todos los poderes y fuertes ingresos por concepto de venta de petróleo; se observa en contraste el aumento de la dependencia agroalimentaria y productos terminados, además de empresarios nacionales que siguen estando desplazados por la importación; siendo esta la razón principal del incremento del desempleo, la economía informal, el hambre, la pobreza y la delincuencia como parte de la descomposición social que se desprende de esta situación.
Los venezolanos necesitamos una verdadera revolución que signifique cambios profundos en lo político, social y en lo económico; pero no una falsa revolución que ha servido para crear nuevos ricos, enfrentar a ciudadanos, mantener gobernantes incapaces, aumentar de la deuda externa, nuevos impuestos, la persecución política o la entrega de nuestros recursos económicos a otras naciones, mientras que los problemas del país se acrecientan.
Mantenernos en constantes procesos electorales o escándalos mediáticos (casos: Bush, Fox, Anderson, ALCA.), ha sido parte de la estrategia del gobierno para evitar que los trabajadores, los desempleados, los campesinos y el total del 83% de la población que vive en estado de pobreza, no se percate de su fracaso. Pero se olvidan que nuestro pueblo se ha caracterizado por ser explosivo, sino que se lo pregunten a CAP, que luego de ganar con el 57% y el bipartidismo había logrado el 93% de los votos validos, una mañana decidió darse una tremenda sacudida y comenzar a explorar nuevos liderazgos. Compatriotas, veamos en el rostro de nuestros hijos, la razón para seguir buscando el cambio deseado.
Lic. Gilberto Román
Economista
e-mail: groman@cantv.net
La deformación heredada de nuestro aparato productivo (economía de puertos), nos ha colocado entre una de las naciones mas importantes del planeta en la producción de materia prima y energética (petróleo y gas); sin embargo, somos altamente dependientes de la importación de productos agrícolas, tecnología, maquinarias y de bienes manufacturados. Lamentablemente, los actuales gobernantes hacen creer que la revolución que necesitaba Venezuela, se alcanza con el solo hecho que factores diferentes al bipartidismo de la cuarta estén ahora en el poder, siendo que aplican las mismas políticas que han motivado la vergonzosa dependencia de la republica.
A 7 años de este gobierno, con el control de todos los poderes y fuertes ingresos por concepto de venta de petróleo; se observa en contraste el aumento de la dependencia agroalimentaria y productos terminados, además de empresarios nacionales que siguen estando desplazados por la importación; siendo esta la razón principal del incremento del desempleo, la economía informal, el hambre, la pobreza y la delincuencia como parte de la descomposición social que se desprende de esta situación.
Los venezolanos necesitamos una verdadera revolución que signifique cambios profundos en lo político, social y en lo económico; pero no una falsa revolución que ha servido para crear nuevos ricos, enfrentar a ciudadanos, mantener gobernantes incapaces, aumentar de la deuda externa, nuevos impuestos, la persecución política o la entrega de nuestros recursos económicos a otras naciones, mientras que los problemas del país se acrecientan.
Mantenernos en constantes procesos electorales o escándalos mediáticos (casos: Bush, Fox, Anderson, ALCA.), ha sido parte de la estrategia del gobierno para evitar que los trabajadores, los desempleados, los campesinos y el total del 83% de la población que vive en estado de pobreza, no se percate de su fracaso. Pero se olvidan que nuestro pueblo se ha caracterizado por ser explosivo, sino que se lo pregunten a CAP, que luego de ganar con el 57% y el bipartidismo había logrado el 93% de los votos validos, una mañana decidió darse una tremenda sacudida y comenzar a explorar nuevos liderazgos. Compatriotas, veamos en el rostro de nuestros hijos, la razón para seguir buscando el cambio deseado.
Lic. Gilberto Román
Economista
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