Diálogo
Queridos y respetados lectores, han transcurrido tres años con un mes y dos semanas desde que apareció la primera columna de Diálogo en los medios impresos; debo reconocer que resulta apasionante expresar ideas, realizar denuncias y evaluar situaciones a través de estas líneas. Los títulos como la temática desarrollada es producto de las inquietudes que he recogido de los ciudadanos, de allí que el 80% de los escritos estén dedicados a los problemas cotidianos de los vecinos, y al evaluar la situación política, económica, social y militar del país, he tratado de manejar un análisis objetivo y libre de prejuicios.
Por creer que el mundo político debe cambiar no solo de actores sino también de actitudes, está columna está al servicio colectivo y en la búsqueda de estimular el surgimiento de un nuevo liderazgo; de allí que no tengo problema en juzgar lo positivo o negativo del gobierno y de la oposición, tratando de manejar elementos de análisis desligados de la perversa polarización que hace del debate, un simple ejercicio de crítica permanente sin aporte de soluciones o alternativas a los tantos problemas del país.
La polarización o conflictividad política en que estamos envueltos en los últimos años, hace que algunos vean las cosas entre blanco y negro, negando la existencia de los matices, que desde mi punto de vista, allí es donde se encuentra ubicada la mayoría de la población. La inseguridad, el desempleo, la pobreza, el hambre o la corrupción, afectan por igual a la ciudadanía; pero la polarización hace que siempre se busque un culpable y nadie asume la responsabilidad en la atención de estos problemas.
El primer ministro Británico Winston Churchill ganó el premio Nóbel de la paz, dado a la derrota propiciada a lo que se conoció como el eje del mal (del 1940 al 1945), integrado por Mussolini y Adolfo Hitler. Victoria que solo fue posible con la alianza de Inglaterra, Francia, Estados Unidos y el partido comunista de La Unión Soviética, de allí su célebre pensamiento: “El mundo es una sociedad sustentada en ideas diferentes”; significando una gran lección para la humanidad, en el tratamiento de las diferencias y las coincidencias. Al igual que el legado dejado por Gandhi, quien indicaba que no se puede extender las manos al prójimo con los puños cerrados, demostrándonos que hay que aprender a ceder en aras de la convivencia.
El 1 de marzo de 2006, Diálogo como programa televisivo cumplió 10 años en telecaribe y salió del aire por esas cosas inexplicables de la vida, por eso hoy lo hacemos de manera escrita. Lo que representa un gran compromiso, porque lo que se escribe queda plasmado para siempre; por cualquier desatino o simpleza se puede molestar a alguien, pero un análisis ecuánime y ubicado en los deseos o necesidades de la población, permite gozar de afecto y credibilidad ante el colectivo, evitando agredir a quienes piensen legítimamente de otra manera.
Lic. Gilberto Román
Economista
Web: www.dialogo.ya.st
Queridos y respetados lectores, han transcurrido tres años con un mes y dos semanas desde que apareció la primera columna de Diálogo en los medios impresos; debo reconocer que resulta apasionante expresar ideas, realizar denuncias y evaluar situaciones a través de estas líneas. Los títulos como la temática desarrollada es producto de las inquietudes que he recogido de los ciudadanos, de allí que el 80% de los escritos estén dedicados a los problemas cotidianos de los vecinos, y al evaluar la situación política, económica, social y militar del país, he tratado de manejar un análisis objetivo y libre de prejuicios.
Por creer que el mundo político debe cambiar no solo de actores sino también de actitudes, está columna está al servicio colectivo y en la búsqueda de estimular el surgimiento de un nuevo liderazgo; de allí que no tengo problema en juzgar lo positivo o negativo del gobierno y de la oposición, tratando de manejar elementos de análisis desligados de la perversa polarización que hace del debate, un simple ejercicio de crítica permanente sin aporte de soluciones o alternativas a los tantos problemas del país.
La polarización o conflictividad política en que estamos envueltos en los últimos años, hace que algunos vean las cosas entre blanco y negro, negando la existencia de los matices, que desde mi punto de vista, allí es donde se encuentra ubicada la mayoría de la población. La inseguridad, el desempleo, la pobreza, el hambre o la corrupción, afectan por igual a la ciudadanía; pero la polarización hace que siempre se busque un culpable y nadie asume la responsabilidad en la atención de estos problemas.
El primer ministro Británico Winston Churchill ganó el premio Nóbel de la paz, dado a la derrota propiciada a lo que se conoció como el eje del mal (del 1940 al 1945), integrado por Mussolini y Adolfo Hitler. Victoria que solo fue posible con la alianza de Inglaterra, Francia, Estados Unidos y el partido comunista de La Unión Soviética, de allí su célebre pensamiento: “El mundo es una sociedad sustentada en ideas diferentes”; significando una gran lección para la humanidad, en el tratamiento de las diferencias y las coincidencias. Al igual que el legado dejado por Gandhi, quien indicaba que no se puede extender las manos al prójimo con los puños cerrados, demostrándonos que hay que aprender a ceder en aras de la convivencia.
El 1 de marzo de 2006, Diálogo como programa televisivo cumplió 10 años en telecaribe y salió del aire por esas cosas inexplicables de la vida, por eso hoy lo hacemos de manera escrita. Lo que representa un gran compromiso, porque lo que se escribe queda plasmado para siempre; por cualquier desatino o simpleza se puede molestar a alguien, pero un análisis ecuánime y ubicado en los deseos o necesidades de la población, permite gozar de afecto y credibilidad ante el colectivo, evitando agredir a quienes piensen legítimamente de otra manera.
Lic. Gilberto Román
Economista
Web: www.dialogo.ya.st
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