martes, octubre 17, 2006

¿Quién es el culpable?

Diálogo


Levante la mano quien no cayó en un hueco de la avenida intercomunal esta semana. La gente no es pendeja, esta cansada de excusas y vacilones oficiales, no es casual que entre las fallas observadas por los venezolanos en el ejecutivo nacional, destaquen la falta de una buena planificación en los programas del gobierno y la incapacidad de muchos ministros, gobernadores, diputados y alcaldes. Un ejemplo de esto, lo representa el hecho que el alcalde del municipio Simón Bolívar haya declarado recientemente que solicitará 12 millardos más para atender la limpieza de los arroyos y quebradas de la ciudad de Barcelona, siendo que ya se han producido inundaciones por la temporada de lluvias y porque a diferencia de otras ciudades, Barcelona está cruzada por 52 arroyos que cubren su extenso territorio de cinco parroquias.

Por otro lado, tenemos al hospital Dr. Luís Razetti, que luego de ocho años de este gobierno y los grandes ingresos percibidos por concepto de los precios del petróleo, todavía existen personas que tienen que esperar hasta cuatro meses para poder ser intervenido quirúrgicamente. El problema de la basura como factor contaminante del medio ambiente y foco de proliferación de enfermedades, sigue sin una solución real; el servicio de electricidad sigue de mal en peor, la inseguridad personal y la falta de empleos estables, se ubican entre las principales angustias de los ciudadanos. Con ocho años de mandato, el discurso basado en echar siempre la culpa a las cúpulas del pasado se agotó; siendo quizás la razón, que ahora todo es culpa del imperialismo; pero mañana quizá será de los extraterrestres.

En un gobierno que se sustenta en el culto a la personalidad del presidente, indudablemente que no se puede esperar menos de sus copiones subalternos, puesto que el primer mandatario, se ha caracterizado por utilizar la distracción como arma política, con elecciones y conflictos políticos constantes, en aras de evadir la responsabilidad de ejercer un buen mandato para todos los venezolanos. Si en estos ocho años hubiese existido un chequeo regular en la ejecución de los planes del gobierno, estoy seguro que los niveles de corrupción y matraqueo fueran menores; ya que lo sucedido con el central azucarero Ezequiel Zamora y toda la asquerosa corrupción existente, obedece a que las instituciones como la fiscalía y la contraloría no funcionan como debe ser, puesto que operan por mandato presidencial y en torno a sus planes e intereses políticos.

Mi sugerencia a los lideres que aspiran la presidencia, es que eviten rodearse de los incapaces y corruptos del pasado y del presente; hay que agrupar a los más talentosos y capaces, sin importar su preferencia partidista o ideológica; además de descentralizar el poder para que sea la población a través de sus diversas formas de organización, la que ejerza la contraloría social y no la estructura del partido de turno.

Lic. Gilberto Román
Economista
Web: www.dialogo.ya.st

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